martes, 5 de mayo de 2009

El Premio Templeton: físicos religiosos

El Premio Templeton es un premio anual otorgado por la Fundación Templeton. Es también el mayor premio monetario otorgado a una persona por motivos intelectuales: 1.6 millones de dólares para el 2008. El monto del dinero es ajustado para que sea siempre mayor que el del Premio Nobel, porque Sir John Templeton, el fundador, pensaba que la "espiritualidad" no era tomada en cuenta en los Premios Nobel. El premio se otorga en una ceremonia en el Palacio de Buckingham, siendo presentado normalmente por el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Ah, por cierto, el premio es para una persona viva que "haya hecho una contribución excepcional a la afirmación de la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de una idea, descubrimiento, u obras prácticas".


El premio ha sido otorgado últimamente dejando un año (o de manera seguida) a físicos que, como dice Richard Dawkins, "están dispuestos a decir algo agradable acerca de la religión". De los últimos once ganadores, ocho son físicos, y uno bioquímico. Los jueces actuales son dos físicos, un profesor de divinidad de Harvard (juro que no sabía que existía esa materia), un patriaca de de la Iglesia Ortodoxa Romana, un teólogo y ex-embajador de EEUU, y un profesor de psicología y comunicación de Pakistán.
En sus inicios, sin embargo, el jurado era integramente formado por miembros religiosos (cristianos, judíos, musulmanes, budistas) y de vez en cuando un presidente o un príncipe (George H. W. Bush, Gerald Ford, la princesa de Gales, la duquesa de Luxemburgo y el rey de Bélgica se cuentan entre ellos).


La primera premiada, en 1973, fue la Madre Teresa de Calcuta, duramente criticada por revistas de Medicina, periodistas y escritores (Hitchens es el más agudo de los que he leído) por la crueldad, inhumanidad y proselitismo de sus "obras de caridad", pero también amada por la Iglesia Católica Romana y la mayoría de sus fieles cristianos por sus cualidades para difundir la fe, que la elevan a la categoría una santa.


Los primeros premiados se caracterizaban por ser, en su mayoría, celebridades religiosas (de cualquier religión importante). Algunos eran filántropos (pero asociados a una religión), impulsores de una religión, o personas que habían hecho grandes esfuerzos para establecer puentes entre las diversas religiones. Un ejemplo que se salía de este marco era el premiado Alister Hardy, por fundar el Centro para la Investigación en Experiencias Religiosas, que hasta hoy en día es financiado por la Fundación Templeton para recopilar información anecdótica computarizada acerca de este tipo de experiencias.


Pero luego, la filosofía del premio fue cambiando notablemente, otorgándose, en intervalos de dos o tres años, premios a científicos (la mayoría físicos) que hayan trabajado en la convergencia de la ciencia y la religión (por ejemplo, publicando libros al respecto u organizando debates, o siendo sacerdotes y científicos al mismo tiempo). El primero de estos premios fue otorgado, en 1987, al físico rev. padre Stanley Jakey, monje benedictino y profesor de astrofísica de la universidad de New Jersey. El padre Jakey escribió muchos libros con títulos como "Milagros y Física" (1989), "Dios y los cosmólogos" (1989), "Científico y católico" (1991) y "La Biblia y la Ciencia" (1996). Entre sus libros más antiguos están "Ciencia y creación: desde los ciclos eternos hasta un universo oscilante" (1974), "El Camino de la Ciencia y los Caminos hacia Dios" (1978), "Cosmos y Creador" (1980) y "Ángeles, Simios y Hombres" (1983).


Carl Friedrich von Weizsäcker fue el siguiente físico en ser premiado, dos años después. Carl llegó a ser invitado a una candidatura para la presidencia de Alemania por los socialdemócratas y los liberales, pero la rechazó, al igual que Einstein con Israel. Su hermano sería elegido presidente y gobernaría por una década. Carl, alumno de los grandes físicos Heissenberg y Bohr, es considerado ahora un pacifista. Escribió la Declaración de Gottingen junto con otros 18 científicos, apoyando el desarme nuclear. Sin embargo, antes había trabajado en el programa nuclear de la Alemania nazi, y fue la captura de su laboratorio y papeles lo que permitió a los estadounidenses saber que Hitler no estaba cerca de construir una bomba atómica. Fue, después, uno de los diez físicos A-1 alemanes en ser capturados por los aliados en la Operación Epsilon. En su favor, uno de sus alumnos, Ivan Supek, dice que Carl trató de persuadir a Bohr para intermediar la paz entre Gran Bretaña y Alemania. Carl fue premiado por la Fundación Templeton "por su trabajo en explorar la intersección de la física, cosmología y teología, que le han colocado en la frontera del diálogo entre religión y ciencias de la Naturaleza".


Paul Davies, el siguiente premiado, en 1995, es uno de los más conocidos de la lista, al menos para los peruanos. Junto con Hawking y Sagan, sus libros de divulgación científica pueblan nuestras ferias de libros. Davies es un físico especializado en cosmología, teoría cuántica de campos y astrobiología. Ha sido premiado justamente por sus libros y las implicaciones teológicas de lo que dice. Entre los libros que he leído, destacan especialmente en ese aspecto "La Mente de Dios" (1992), "Dios y la Nueva Física" (1983), y "Universo Desbocado" (1978). Últimamente he ojeado "Los últimos tres minutos" (1994), y al igual que los otros tres, habla sutilmente de la idea de propósito en el universo, aunque ese no es claramente el tema principal. Davies ha hecho varios documentales científicos para la televisión australiana e inglesa.


Luego, la lista se hace más curiosa. En general, todos los físicos que siguen se destacan por haber sido criados desde antes que pudieran pensar bajo una religión (cristiana en casi todos los casos), y no haber dejado esa religión luego de la adolescencia así como uno no deja su lengua madre, como intenta explicar Robert Park en el primer capítulo de su libro "Superstición: Creencias en la Era Científica". Además, todos reconcilian su carrera con la religión con una pequeña manipulación del principio antrópico. Es decir, con la idea de que las constantes físicas del universo (por ejemplo, la Constante de Gravitación Universal) están tan bien ajustadas para el origen del ser humano (o de la vida) que parecen haber sido ajustadas por "alguien" (sobre el tema, recomiendo tres libros que he leído a medias y parecen buenos: "Sólo 6 números" (1999), de Martin Rees, "Las constantes de la naturaleza" (2002), de John Barrow, otro Premio Templeton, y "Los 9 números del Cosmos" (1999), de Michael Rowan-Robinson).


Freeman Dyson ha sido el último físico en ser premiado en la época cuando el Premio Templeton se llamaba Premio Templeton para el Progreso de la Religión. Luego, a partir del 2002, pasó ha llamarse Premio Templeton para el Progreso en la Investigación o Descubrimientos acerca de Realidades Espirituales, y desde ese entonces casi todos los premiados han sido físicos. Dyson, que cuenta con 17 doctorados honorarios, es famoso por sus comentarios e ideas en muchas áreas distintas, y se necesitarían páginas para hablar de ello. Sobre ciencia y religión, ha comentado la frase del Premio Nobel de Física Steven Weinberg, quien dijo que "Buenas personas harán buenas cosas, y malas personas harán malas cosas. Pero para que buenas personas hagan malas cosas... eso requiere de la religión", de la siguiente manera: "La afirmación de Weinberg es correcta, pero no es toda la verdad. Para que sea toda la verdad, tenemos que añadir una claúsula adicional: Y para que la gente mala haga buenas cosas... eso requiere religión."



Charles Townes es el único Premio Nobel de Física de la lista (ganó el Premio Templeton el 2005), y posiblemente, el único Premio Nobel de Física religioso o no ateo que haya existido. Quizá Leon Lederman sea otro más, por algunas cosas sutiles que he leído en sus libros (y no tan sutiles: él fue el que llamó al Bosón de Higgs con el nombre de "La Partícula Divina", y así tituló uno de sus libros, aunque tal vez sólo sea en el sentido poético, como las alegorías que hacía Einstein con Dios y los dados). Criado por una madre y un padre Bautistas, muy devotos, Townes fue invitado a dar una charla en la iglesia Riverside, en New York, pues habían poquísimos científicos en el grupo. Su charla fue publicada en la revista Think de la IBM por un editor no científico, y luego copiada y publicada otra vez por el editor no científico de la revista MIT Alumni. Mientras que a los editores de las revistas les puede haber gustado, los científicos y alumnos prominentes del MIT expresaron sus quejas. Medio siglo después, Townes dijo: "Había una antipatía hacia las discusiones acerca de la espiritualidad". El científico que hay en Townes puede más, y cree que lo que está escrito en la Biblia es un conjunto de metáforas.


¿En realidad, la ciencia y la religión convergen, como dice Charles Townes? ¿O están a un universo de distancia, como dice Robert Park? ¿Es antiético o incongruente para un físico aceptar ambas cosas a la vez? ¿O aceptar un premio como el Templeton, o financiamiento de parte de fundaciones como ésta?

Townes se equivoca cuando dice, al comienzo de su famosa charla, que "la ciencia trata de estudiar la estructura del universo y cómo funciona, mientras que la religión es un intento de entender el significado y propósito del mismo". Y esta equivocación ha sido perpetuada por muchos luego de él, y sólo recientemente ha tratado de ser corregida por algunos autores científicos (por ejemplo, Richard Dawkins, en "El espejismo de Dios"). ¿Acaso la ciencia sólo puede estudiar el cómo y no tiene nada que ver con el porqué? ¿Acaso la religión tiene alguna chance de darle a alguien el porqué de las cosas, con métodos que se remontan a la época medieval hacia atrás y que no tienen mecanismo de mejora? ¿Acaso la religión ha podido resolver con seguridad siquiera un solo misterio del universo en toda su larga historia? Antes de los últimos 400 años, el conocimiento de la humanidad avanzaba lentamente. Luego apareció la ciencia moderna, y el conocimiento generado por ella se viene duplicando cada 4 años, pero la religión no presenta avance. Y la brecha se va haciendo cada vez más grande; no es exagerado decir que un universo separa ambas cosas.

Steven Weinberg fue invitado a un debate de tres días -el más ambicioso financiado a la fecha por la Fundación Templeton- en el Instituto Smithsoniano, con su colega Sir John Polkinghorne, llamado "Preguntas Cósmicas". El debate trataba de contestar la pregunta "¿es el universo diseñado?". Ambos eran físicos de partículas, pero la similitud acababa ahí. Polkinghorne, luego de hacer contribuciones significativas para el descubrimiento del quark, renunció a su carrera y se volvió sacerdote anglicano en 1982; Weinberg ganó el Premio Nobel de Física en 1979. Weinberg, respondiendo a la pregunta, tituló su presentación con un elocuente "No". "Las leyes del universo son frías e impersonales", dijo Weinberg. Los físicos presentes estuvieron de acuerdo con que Weinberg ganó el debate, pero John Templeton tenía la palabra, y otorgó el premio del 2002 a Polkinghorne.

Así que la ciencia si tiene una respuesta, por ahora sólida, a la pregunta de cuál es el porqué de las cosas: "No hay un propósito". Como dice Weinberg, "cuanto más comprensible es el universo, menos finalidad se le ve". ¿Acaso eso tiene que preocuparnos al punto del suicidio? Obviamente que no. Al contrario, alegrémonos como hacen los científicos de que tenemos una vida libre para vivirla como querramos, dentro de las leyes democrácticas de nuestra sociedad. Siempre que un individuo ha creído que ha sido puesto en la Tierra como instrumento de un Plan Divino, horrores y más horrores han sucedido: desde los ataques a las Torres Gemelas hasta George Bush, al que Dios le dijo que debía invadir Irak (si no me creen, vean http://www.bbc.co.uk/pressoffice/pressreleases/stories/2005/10_october/06/bush.shtml).

7 comentarios:

  1. Gracias al trabajo de toda una vida de la Beata madre Teresa de Calcuta es que este mundo es un poquito mejor.. ella siempre sera un signo de contradiccion tal como Jesus fue.. todo por amar y amar hasta que duela.....

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  2. Parece que eres muy superficial en tu conocimiento, tu b{usqueda de la verdad y tus creencia. Hay un montón de creyentes entre los premios Nobel: William Phillips; Artur Schawlow son tan solo dos ejemplos de "Nóbeles" cristianos. Si verdaderamente te interesa el tema, lee:
    http://www.menteabierta.org/html/articulos/ar_cientifysusdioses.htm

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  4. Tienes toda la razón ferwal60. Mi conocimiento en el tema de los premios Nobel de Física religiosos es bastante superficial. Pero... ¿crees que en verdad existan a montones?

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  5. Por cierto, Feynman fue sacado de contexto en ese artículo que mencionas. Y la mayoría de los demás físicos mencionados -Newton, el alquimista y teólogo, y que de hobby era físico- vivieron en épocas medievales -con ideas medievales y una Física incipiente-. El Premio Nobel de Física me pareció un indicador bueno, pues se otorga desde hace poco más de un siglo -es, entonces, un premio moderno-.

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  6. JC, Sigue adelante con tus conocimientos, gracias por tu aporte teológico.
    Panamby.

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  7. Creo que deberias verificar tu información antes de escribir. Al escribir "posiblemente, el unico premio nobel de física religioso" no creas que escribir "posiblemente" te exime de cometer un grave error. Son pocos, si pero creo que la lista bien puede llegar a 15 y 15 esta muy lejos de 1 como lo dice tu articulo. Tu articulo me parecía interesante y objetivo hasta que llegue a este punto. Esta Born, Compton, Heisenberg solo por mencionarte algunos que me vienen a la memoria.

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