lunes, 20 de abril de 2009

El Cielo es más caliente que el Infierno

La revista científica Applied Optics publicó en 1972 un artículo titulado Heaven is hotter than Hell (El Cielo es más caliente que el Infierno). Con física básica (la ley de Stefan-Boltzman y el punto de ebullición del azufre) logra demostrar su punto. A continuación les traduzco el jocoso artículo, al pie de la letra:

La temperatura del Cielo puede ser computada con precisión gracias a la data existente. Nuestra autoridad es la Biblia. Isaías dice: Entonces, la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces más intensa –como la luz de siete días– el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y sane las llagas de los golpes que le infligió(http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=268&capitulo=3914). Entonces, el Cielo recibe de la Luna tanta radiación (N. del T. : la luz es radiación electromagnética) como la que nosotros recibimos del Sol, y además, siete veces siete (cuarenta y nueve) tanta radiación como la que la Tierra recibe del Sol. Osea, 50 veces en total. La luz que recibimos de la Luna es un diezmilésimo de la luz que recibimos del Sol, así que podemos ignorar aquello. Con esta data podemos computar la temperatura del Cielo. La radiación que cae en el Cielo va a calentarlo al punto de que el calor perdido por radiación es igual al calor recibido por radiación. En otras palabras, el Cielo pierde 50 veces tanto calor como lo pierde la Tierra por radiación. Podemos usar la ley de Stefan-Boltzmann de la cuarta potencia para la radiación:

(H/E)^4 = 50

(N. del T. : Que significa que el ratio entre las temperaturas del Cielo y la Tierra elevado a la cuarta potencia es igual a 50.)

Donde E es la temperatura absoluta de la Tierra: 300K (o 23ºC). Esto da para H (la temperatura del Cielo) el valor de 798K (o 525ºC).

La temperatura exacta del Infierno no puede ser computada, pero debe ser exactamente menor que 444.6 ºC, pues es la temperatura a la que el azufre cambia de líquido a gas. Apocalipsis 21:8 dice: Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda (
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=352&capitulo=4408). La existencia de un lago de azufre significa que la temperatura del Infierno debe estar por debajo del punto de ebullición del azufre, que es 444.6 ºC (arriba de este punto sería un vapor, no un lago).

Entonces, tenemos que la temperatura del Cielo es 525ºC. La temperatura del Infierno es menor a 445ºC (redondeando). En conclusión, el Cielo es más caliente que el Infierno.

Aquí acaba el artículo publicado en Applied Optics. Una pequeña corrección que tendría que hacer es acerca de la temperatura que usaron para la Tierra. Usaron 23ºC, la temperatura promedio ambiente, pero la temperatura promedio de la Tierra es de aproximadamente 15ºC (osea, su temperatura absoluta es de 288K). Esto daría 766ºC para la temperatura del Cielo. En conclusión, el Cielo es todavía más caliente que el Infierno.

Volvamos ahora a la autoridad: la Biblia. Tanto Isaías como Apocalipsis consideran que el sufrimiento de la gente en el Infierno va a ser muy real, así como las alegrías y la paz en el Cielo. Es decir, no va a ser un "alma" incorpórea la que visite estos lugares. Deben haber terminaciones nerviosas que sientan estos dolores o placeres, y cerebros que interpreten esta información. A 766ºC esas estructuras biológicas son incineradas. De hecho, el agua hierve a 100ºC, así que la Vida -tal como la conocemos- no puede ni siquiera sobrevivir unos segundos en el Cielo.

Por otra parte, probablemente los ancestros de los israelíes no conocían la ley de Stefan-Boltzman cuando escribieron estos libros, o el punto de ebullicón del azufre líquido, y ni siquiera la Física existía. En todo caso, si lo que planeaban era escribir algo verídico, inspirados o no por Dios, cometieron errores. Ellos no tenían Ciencia, eran miles de veces más supersticiosos e ignorantes que nosotros, se engañaban fácilmente a sí mismos y entre ellos, no tenían un método para dilucidar la verdad, creían en la autoridad y en la sabiduría de los ancianos. La Física y la Ciencia en general son triunfos recientes, de hace menos de cuatro siglos. Además, ellos escribieron de manera metafórica. Sin embargo, ¿quién sabe? ¿Quién puede decir que ésto o aquello fue escrito de manera metafórica, pero otras cosas de la Biblia deben tomarse como verdades históricas?¿Por qué no tomarlo todo como una gran metáfora? O darle el mismo el mismo nivel de verdad que le damos a la Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, una historia acerca del origen de los Incas propia, nuestra, peruana, de nuestros ancestros, mucho más reciente, y quizá tan irreal como aquélla.

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